
Un brazo robótico convencional puede aprender a realizar tareas complejas de agarre de objetos enseñándole a usar el entorno externo como una «herramienta» auxiliar.
Investigadores del Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon han demostrado cómo un robot puede resolver problemas de manejo más complejos, usando el ambiente externo.
Por ejemplo, un robot puede empujar un objeto y empujarlo contra una pared vertical (resulta que este enfoque tiene un nombre: «Destreza extrínseca«).
En la web de Wenxuan Zhou y David Held, muestran como desarrollaron un sistema basado en el aprendizaje por refuerzo (RL) para enseñar a un robot a mover un objeto de tal manera que pudiera ser capturado. Como resultado, el robot aprende a presionar el objeto contra la pared para que pueda girarlo y luego agarrarlo.

